lunes, 6 de agosto de 2007

Frase del día 6 de agosto de 2007

Allí donde la toques, la memoria duele.


Yeoryos Seferis

1900-1971. Poeta y diplomático griego. Después de unas breves vacaciones vuelvo a la carga, y lo hago revindicando la memoria, aunque coincida que realmente duele. Ayer, 5 de agosto, fui con otros pocos al cementerio de La Almudena a recordar que hace casi 70 años allí fueron asesinadas 13 muchachas, algunas casi niñas, las Trece Rosas.
Éramos pocos, pero no podemos permitirnos el olvido, si hacemos caso a los babosos que claman contra el revisionismo, que alzan sus voces de malandrines contra la memoria histórica y nos tachan de revanchistas, si les hacemos caso, conseguiremos que esas trece niñas vuelvan a morir. No podemos consentirlo ni por las supervivientes Concha Carretero o la Dinamitera, mujeres llenas de dignidad y de recuerdos, ni por nosotros, si olvidamos los crímenes de los monstruos sin duda los volveremos a padecer.
No, no hay sitio para el olvido, siempre tendremos en el recuerdo a las Trece Rosas e iremos cada año, cada vez menos gente, a mantener viva la idea de que no se puede asesinar vilmente a nadie y querer pasar por la historia con dignidad…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer conocí a una de las protagonistas del libro que tanto me conmovió (la voz dormida). No logré acercarme a ella, aunque Miguel insistía, pero ¿cómo saludar a una persona que ha pasado por tanto? que ha vivido esas historias que hemos leído y que tanto me afectaron? alguien que es parte viviente de la Historia y los horrores de esa guerra; de una Historia que ha pasado hace tanto tiempo que temo que llegue a olvidarse... ¿un "encantado" era suficiente? al final no supe que decir y preferí quedarme en la retaguardia, oyendo los episodios de primera mano...las penurias en la cárcel, el hambre que pasaban, los maltratos sufridos por parte de las monjas, pero aun así sacando la fuerza y el orgullo de donde podían, incluso cuando sabían que iban a ser fusiladas... en resumen, esas historias contadas hasta la saciedad por aquellas mujeres, y que no se cansan de repetirlas, pues es la única manera de que sigan vivas en la memoria de las nuevas generaciones. Gran día ayer... grandes personas ellas

Avellaneda dijo...

Fue un momento mágico el que vivimos ayer en la Almudena a pie de tapia con tanta experiencia en esas mujeres y el recuerdo de l@s que faltan.
Me emocionaba ver sus ojos mirandonos y pidiéndonos que no olvidaramos y no solo a las 13 rosas, aquellas mujeres asesinadas (como tantos otros) por militar en el bando "equivocado", sino las historias de esa guerra que nunca debió ocurrir. Se empeñaban en repetirlas y decirlas en voz alta para que nos las lleváramos prendidas y, si, nos las llevamos.

Olvidar nunca.

Fran, tampoco sabía muy bien qué decirlas, lo único que se me ocurría era un enorme GRACIAS; gracias por su fuerza, por su historia, por su supervivencia

El año que viene volveremos Miguel. 5 de agosto de 2008 a las DIEZ de la mañana en el cementerio de la Almudena, en la que hoy es ya la AVENIDA DE LAS 13 ROSAS.

Anónimo dijo...

Conozco personalmente a Ángeles García Madrid, una valiente que estaba junto con las trece rosas...
¿ cómo olvidar ?, ella tiene viva su memoria y lo más insólito es que no siente rencor.La primera mujer ferroviaria, la mejor poeta que he conocido y la mente más pura.
Gracias Miguel por hacerme recordar a las 13 rosas.
Conozco támbien a un hombre, al que yo llamo mi joven de pelo blanco, tres condenas a muerte, su juventud en la montaña y testigo del asesinato de Juanin, os gustaría saber de él, ¡¡¡ tiene la memoria tan viva... y tantas cosas que decir, su nombre, Felipe Matarranz, conocido tambíen por el Lobo, el 2 de septiembre cumple 92 años y vive en el pueblo de Colombres ( Rivadedeva- Asturias )
Búscale en Internet...

Tamara dijo...

La verdad es que el domingo enmudecimos porque hay tanto vivido, soñado, arrasado, renacido y luchado en esos ojos ancianos, que tu pequeñez frente a eso se siente invisible. Cómo me gustaría parecerme a esas mujeres, al menos una milésima parte. Cómo me gustaría tener palabras con las que entregarles el homenaje más sincero. Apenas balbuceando me atreví a decirles que son y han sido la mejor generación de mujeres y, por extensión, de jóvenes, que ha dado este país. No dejemos que el olvido les borre esa verdad...