Frase del día 3 de marzo de 2008

Las despedidas siempre duelen, aun cuando haga tiempo que se ansíen.

Arthur Schnitzler

1862-1931. Dramaturgo austriaco. En esta frase que hace la número 250, cifra a la que nunca pensé llegar cuando esto comenzó con un animus iocandi y sin ningún anhelo de trascendencia, quiero cumplir una promesa y dedicársela a unos amigos que están en el trance de separar lo que una vez estuvo unido, penoso proceso sin duda, ya que, reitero malgré tout, olvidar es la forma más triste de amar.

Hay demasiadas cosas que nos diferencian a unos de otros, y la convivencia es una lupa aumentadora de esas diferencias, convivir te hace compañero de alguien, de una persona a la que has elegido, y compañero tiene esa etimología, compartir el pan.

Es una dura prueba esa de comer el mismo pan, bajo el mismo techo, si la superas, como todo, te hace más fuerte, si resistes vences, pero es complicado, porque el tiempo tiene un efecto de zapa y corrosión.

Y ante lo inevitable no hay solución, guardar las apariencias, pegar los trocitos y mirar con nostalgia lo que pudo haber sido y no fue. Las despedidas son tristes y casi siempre inevitables…