viernes, 9 de mayo de 2008

Frase del día 9 de mayo de 2008




No se tiene más que la felicidad que se puede comprender.


Maurice Maeterlinck

1862-1949. Escritor belga. El concepto de felicidad debe ser el que más revisiones admite. Si podemos decir que somos felices es porque realmente no lo somos, ya que es un sentimiento tan imperceptible que descubrirlo implica el que desaparezca de forma inmediata.

Lo que nos hace felices es sin duda lo que nos aleja de la pesadumbre, o quizás aquello que nos hace olvidar nuestra amalgama de sinsabores, pero no hay una fórmula exacta ni mucho menos duradera. Creo que la felicidad es casi instantánea, viene y desaparece en menos de un segundo, porque si perdura, muda a otra realidad que puede ser euforia alcohólica, frenesí sexual o idiotez permanente.

El último instante de felicidad plena que recuerdo me sucedió hace un mes, salía de hacer la compra, llevaba la música del mp3 como fondo de mis letanías mentales de amargura y de repente, de forma simultánea empezó a llover y a sonar por mis cascos el Romance para violín de Beethoven, y yo que iba cargado con bolsas y con mi alma abotargada solté todo a la vez y por un segundo, quizás menos, fui feliz, todo lo feliz que fui capaz de comprender…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

...y lo más significativo de esos pequeños instantes de felicidad es que aunque son tan cortitos pueden hacernos olvidar pesares que son comparativamente infinitamente mayores...y nos dejan un gustillo que no nos quita nadie.
El Romance precioso..
Miguel me encantan tus frases del día y he descubierto que son mucho más entretenidas en tu blog con la música y/o imágenes ad hoc..
Un beso.M.

Tamara dijo...

Por eso la perseguimos tanto, ¿no? Porque es instantánea, dura lo que empezamos a descubrirla. Soy de las que creen que estar permanentemente feliz entontece y es falso. No es posible ser feliz constantemente, por eso mismo que apuntas: debe pillarte desprevenido, abstraído, sin pretensiones. Asaltarte de golpe, como ese instante mágico de lluvia sonando a Beethoven. Lo que sí puede prolongarse es su rastro. Además, creo que se pueden tener muchos pequeños momentos de felicidad. Ahí están, nos salpican a cada instante, y nos están esperando...sólo es cuestión de comprenderlos...
Besitos...y precioso el Romance.