La experiencia siempre ha demostrado que jamás suceden bien las cosas cuando dependen de muchos.
Nicolás Maquiavelo
1469-1527. Pensador italiano. Que profunda verdad, yo al menos siento una desazón infinita y una pereza no cuantificable ni reducible a cifra cuando se me ocurre proponer alguna actividad, sea viaje, excursión, comida, visita a museos, etc. a mis amigos y/o conocidos.
Coordinar diferentes voluntades, agendas, intereses y deseos es como intentar llevar caminando y en cierto orden a una docena de gatos por una carretera. Hacer la prueba, es imposible.
Por eso es una prueba objetiva de vuestra sociabilidad e instinto gregario no caer en el más negro de los barruntos cuando aparece algo interesante que te apetece hacer y desees incluir a más gente en el empeño.
La paciencia para ello se debe suponer, así como cierto bagaje en Tai Chi, yoga, meditación trascendental, mística cristiana y pilates. Imprescindible técnicas de marketing básico, dominio del programa Amadeus a nivel usuario, dosis inagotables de cariño y un blister de lexatin 3mg a mano.
Y con todo eso armado recordar, cuando tengas que renunciar a tus planes porque ni con la paciencia de un santón de la India ni el empeño de un asassin del Viejo de la Montaña hay manera de movilizar a esa tropa de forma síncrona, que los amigos son esa gente que lo sabe todo de ti y a pesar de eso te quieren…
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1 comentario:
Como en el planeadísimo viaje a Mérida querrás decir amigo mío... en todo caso, como buen estoico, estoy convencido de la imposibilidad de controlar el destino, por lo tanto la inclusión o no de amigos a la variable matématica, no son más que añadidos a la compleja ecuación del ser y el tiempo.
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