Perdonando demasiado al que yerra se comete una injusticia con el que no falla.
Baltasar Castiglione
1478-1529. Escritor y humanista italiano. España, como Italia, es un país de chapuceros, así en plan general, lo más alejado de la excelencia que puede concebirse. Se perdona, cuando no se premia, la torpeza, la pereza, las faenas de aliño y el cubrir el expediente con la ley del mínimo esfuerzo.
No lo podemos evitar, tenemos un gen que nos hace ver con simpatía al torpe, al gañán, al vago y al pícaro, al que convertirmos en modelo a seguir e idolo al que adorar. Si alguien por pura necedad se equivoca mil veces alabamos su empeño, si se escapa del trabajo admiramos su astucia, si elude sus obligaciones envidiamos su suerte, si finge con éxito saber hacer lo que no tiene ni remota idea tomamos nota de su destreza para la trápala.
Por eso no hay que luchar contra lo inevitable y agregarse a la marea, que es naturaleza de la latina estirpe ni ponderar aciertos ni condenar yerros, y sin escape posible mejor no brillar, que ni se estila en estas tierras ni está bien visto…
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