Lucio Anneo Séneca. 4 AC-56 DC. Filósofo romano. La traducción:
Lo que no prohíbe la ley, debe prohibirlo la honestidad…
Algunas veces los fallos de los jueces suelen ser eso, fallos, es decir errores, de otra forma no se entiende tanto desafuero y desproposito. Ya nos viene de antaño, no en vano Quevedo hace casi cinco siglos sentenciaba que hace más daño un mal juez que un delincuente.
Y si encima ese juez es tu amigo del alma y antepone esa razón a cualquier otra jurídica pasa lo que pasa, que en España se consolide y entrone la corrupción, el cohecho, el amiguismo, y la derivada es que con sentencias de este jaez, pronto seamos remedo de México y sus mordidas y de cualquier otro país donde todo tenga precio.
Y si al menos se quedara cercado en ese reino judicial donde los papanatas y meapilas han encontrado acomodo y donde imperan con la sinrazón como gran ley, sería malo y hasta peligroso, pero ítem mas es que los ciudadanos expresan su acuerdo con sus votos y siguen eligiendo, mayoritariamente, a personas de más que dudosa honestidad, que ya sabemos que es de cintura para arriba y la honradez de cintura para abajo, y un desahogo en sus amistades y en las dádivas que de ellos reciben.
Pero los jueces, del alma, dicen que es un hombre honesto, y si lo dicen los jueces hay que acatarlo, porque todos ellos son, quien lo duda, hombres honestos…
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