George Bernard Shaw.1856-1950.Escritor inglés.Quizás sea por algún atavismo primigenio o simplemente por pura catarsis, lo cierto es que lo primero que buscamos cuando algo desagradable nos ocurre es un culpable.
Y tanto es así que lo de buscar soluciones queda en un segundo lugar, con un poco de suerte. Ni queremos ni necesitamos un plan alternativo, queremos a alguien en quien descargar la ira, la frustración y la desilusión.
Da lo mismo que el candidato principal a cabeza de turco sea un ser inerme, tipo puerta de madera o ratón de ordenador. Nuestra inquina y furor les golpeará igualmente.
Y si pasamos al ámbito laboral la búsqueda de culpables es deporte nacional. Personas hay que son especialistas en conducir marrones a sus compañeros, como si estuvieran hechos de puro cobre, y no se quedan con nada. De esos que si les pillaras con una pistola humeante en la mano y una docena de cadáveres agujereados a balazos a sus pies, echarían una mirada alrededor y sin un simple pestañeo de duda afirmarían yo no he sido, ha sido…
Deduzco que la mayoría de los problemas de la hispana progenie nos deriva de ese afán insensato de no querer reconocer culpas propias y distribuirlas con generoso afán entre los que nos rodean, eso sí no han sido ellos más rápidos, que la ética y la moral, por desgracia, en algunos casos, se reduce a un simple cuestión de velocidad…
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