Mao Tse-Tung. 1893-1976. Estadista chino. La peor realidad posible es la prisa. La premura de tiempo te elimina la opción de reflexionar y sobre todo de relativizar. Y sin esos aliados cualquier situación se convierte en presagio de lo peor o en posible catástrofe.
Lo comprobamos cada día, por desgracia, como por atender a lo más inmediato estamos descuidando lo que realmente debiera importarnos.
Quizás si eliminamos esas urgencias que nos creamos y somos capaces de fijar, un instante, el enfoque real veríamos tan claro lo que hay que hacer que nos parecería absurdo lo contrario.
Para no dejar caer el sistema financiero subvencionamos gratis a los bancos, eso parece lo urgente, empero lo necesario es que se nacionalice la banca y el dinero vuelva a fluir en garantía y cantidad suficiente.
Para no abrir otro conflicto, lo urgente para este pacato gobierno, es recibir con galas de estridencia a la segunda autoridad de un estado medieval, arcaico y corrosivo como El Vaticano. Lo necesario es acabar con esos lazos, llamados Concordato, que vulneran la razón, la Constitución y nos llena de vergüenza y de oprobio.
Sin duda Mao, que tantos errores cometió, supo ver esa verdad tan obvia, si huimos de lo que nos apresura, quizás obtengamos lo que necesitamos…
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